DISTANCIA
Entre un cuerpo y otro se interpone la tierra,
los mares y las nubes sin fin donde los sueños
toman formas ansiosas, ríos y bosques, tribus
que acechan en la sombra del corazón del mundo,
extraños animales que husmean y desgarran, desiertos
de la luna en torno a cada ser, a cada beso,
edificios vajillas, vestuarios, dormitorios
con temblorosos muebles, mapas de la deriva
y la profundidad con las islas secretas
de las errancias del deseo, gotas de lluvia
que caen sin perdón como lágrimas,
praderas que se pierden con el vuelo de un pájaro,
crueldades, gentes de rostros blancos como mármoles
interpoladas entre los amantes, y toda clase
de espléndidos obstáculos, veranos, tentaciones,
el espacio infinito de lo orgánico, su sombra
más allá de los labios besadores, la súplica
de un encuentro en el ciego remolino del mundo.
Tanto furor tantálico, tanta sed convertida
en el latido solitario de un hombre.
Por eso ruego al fuego y al viento
que desde un cuerpo al otro la poesía
nunca desaparezca: el delirante vínculo
del cielo y el infierno entre dos corazones.