Homenaje a Ricardo E. Molinari (1898-1996)
UNA ROSA PARA STEFAN GEORGE No es la paciencia de la sangre la que llega a morir, ni el sueño ni el mármol de Delfos, sino el polvo que se calienta entre las uñas. Qué importa morir, que se borren las paredes como un río seco; que no quede una […]